Iba yo caminando en el estacionamiento del COSTCO, muy contentita, cuando me crucé con un barbón simpático con una calvita en proceso. Lo primero que pensé fue "mmmm, qué bonito señor" y le dediqué otro par de miradillas rápidas. Entonces caí en cuenta de que el fulano es actor. Algunos metros y segundos más adelante lo ubiqué:
Alejandro Tomassi.
"Pues está como para una tardecita lluviosa", me dije, pero como suele suceder cuando se rebelan mis hormonas, eché a andar la cabeza. Se me hace que ya voy a admitir que también me gustan los chaparrines. Y cada vez más maduritos, porque este hombre nació en el 57... Ni qué decir de Richard Dreyfuss, que ya andaba protagonizando Shark cuando yo cumplía un año, o de Héctor Bonilla, oficialmente mi primer crush después de verlo en El Diluvio que Viene. Total que que sigo sin entender cuáles son mis parámetros, pero de lo que estoy segura es de que me gustan -y ay cuánto me gustan- los hombres.
(Y mejor me voy a dormir porque lo que sigue es empezar a hacer planes para trabajar en un geriátrico -jajajajajá)
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